sábado, 30 de mayo de 2015

La Sra. L´Ecuyer y los amish

PROPUESTA 2ª: NO A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS III

Una vez dicho esto, vamos a intentar equilibrar un poco la balanza en la cuestión de las TICS.

No todas las investigaciones sobre las TICs y su influencia en sus usuarios llegan a conclusiones negativas. Son muchos los estudios que se publican a diario que defienden una utilización inteligente, planificada y responsable. Voy a referir algunos de estos estudios, precisamente aquellos en los que participa Dimitri Christakis, para demostrar que a pesar de las afirmaciones de la Sra. L´Ecuyer, este investigador no rechaza el buen uso de las TICs y no concluye como dice ella que concluye. Veamos:
 
Christakis afirma que ha tenido dudas sobre un conjunto de directrices que escribió en 2011, desalentando el uso de nuevas tecnologías por los bebés y niños pequeños. El investigador asevera que, en realidad, los niños menores de dos años pueden beneficiarse de 30 a 60 minutos de juego diario con el iPad, siempre y cuando este juego sea interactivo y no pasivo. «Creo que el uso prudente de los medios interactivos es aceptable para los niños menores de la edad de dos años». Interactive Media Use at Younger Than the Age of 2 Years JAMA Pediatr. 2014;168 (5):399-400.

 
 
Christakis matiza que los iPads están en el mercado desde hace relativamente poco tiempo, lo que significa que los estudios relacionados con este fenómeno necesitan más tiempo para llegar a conclusiones definitivas. También comenta que los juegos educativos pueden tener un verdadero valor si logran capturar la atención del niño para hacerlo interactuar con el dispositivo, pero también advierte que si todo lo que hace es ver videos, entonces las habilidades que pueden desarrollar son prácticamente nulas y sólo estarían perdiendo el tiempo.
 
Sin embargo, sobre esta misma cuestión la Sra. L´Ecuyer pontifica: «En la etapa infantil no se justifica su uso porque la literatura científica dice que existe un déficit en el aprendizaje realizado a través de la pantalla con respecto a una demostración en directo (el llamado “Video Deficit Effect” ABC. 15 de abril de 2015). Tamaño descubrimiento por su parte, suscita inmediatamente las preguntas: ¿a qué literatura científica se refiere?, ¿en qué parte de su libro la cita? , ¿dónde está la discusión?, y, sobre todo, ¿dónde sitúa a su autor mantra, Christakis, ante esta contradicción flagrante?
 
Podemos, pues, concluir con Christakis que, en principio y por las evidencias de su estudio, los iPads son relevantes y estimulan el aprendizaje de los niños muy pequeños si lo que se prima es la interacción y no la pasividad del crío frente al dispositivo. Parece que Christakis ha evolucionado hasta engrosar las huestes de aquellos expertos que piensan que las TICs representan beneficios educacionales únicos.

 
 
Hay que preguntarse si la Sra. L´Ecuyer conoce estas conclusiones de uno de sus autores fetiche, ya que echan por tierra su demonización de las TICs. Si no los conoce resulta imperdonable en alguien que se autocalifica de investigadora. Si los conoce y no conferencia sobre ellos (de igual modo que lo hace sobre los estudios anteriores de Christakis acerca de los efectos nocivos de la televisión en los niños), su exposición selectiva suena indefectiblemente a manipulación.
 
Otros de los estudios de Christakis  revela la utilidad de las redes sociales para identificar conductas de riesgo en los adolescentes y jóvenes (abuso de sustancias, conductas sexuales y violentas). Entre  las conclusiones de este estudio figura que un porcentaje significativo de los jóvenes en riesgo, después de mensajes recomendando control a su cuenta en MySpace, retiraron las referencias al sexo y abuso de sustancias y aumentaron los controles de seguridad de su perfil. «Realmente te da la oportunidad de llegar a millones de adolescentes en riesgo potencial e intentar modificar sus conductas o al menos prevenirlos de que sean reveladas a todo el mundo», resuelve Christakis. Display of Health Risk Behaviors on MySpace by Adolescents: Prevalence and Associations Megan A. Moreno; Malcolm R. Parks; Frederick J. Zimmerman; Tara E. Brito; Dimitri A. Christakis. Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine; Jan. 5, 2009.
 
«Fue una manera creativa y singular de llegar a los adolescente», apuntó Kimberly Mitchell refiriéndose a este estudio de Christakis et al.. Mitchell, autora de un editorial en la misma edición de Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, aconsejó a los padres no intentar prohibir por completo a sus hijos el uso de las redes sociales. «No es algo que vaya a desaparecer y no son del todo malas». Social Networking Sites: Finding a Balance Between Their Risks and Benefits. Kimberly J. Mitchell; Michele Ybarra. Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine; Jan. 5, 2009.

 
 
En general, parece claro que la Sra. L´Ecuyer no entiende bien a los autores que re-utiliza. O tal vez sí, tal vez lo que intenta hacer es construir un castillo con naipes marcados haciendo decir a los investigadores lo que no dicen para que encajen las piezas de su rudimentario puzle. Lo asombroso es que desde una institución pública se le compre este tipo de mercancía y se ofrezca como modelo a los educadores.
 
Por lo tanto, las conclusiones sobre la utilización de las TICs en educación deben ser prudentes. Por una parte, suponemos que la exposición prolongada de los niños a pantallas, tabletas, consolas, smartphones y otros dispositivos no es recomendable. Marjorie Hogan, y Victor Strasburguer sostienen que «el uso excesivo de los medios se relaciona con obesidad, mal rendimiento escolar, agresividad y falta de sueño». Esto parece muy sensato. Sin embargo, no debe implicar bajo ningún concepto que se extirpen las TICs de nuestras aulas.
 
Jill Buban, decano de la Facultad de Educación de la Universidad en Waterbury, en Connecticut, dice que los niños cuanto más absorban y más entiendan la tecnología antes de que comiencen la escuela, más cómodos se sentirán cuando entran en el aula por primera vez.
 
 A Donald L. Shifrin, portavoz de la American Academy of Pediatrics, le preocupa que si los padres creen que las aplicaciones para dispositivos móviles son educativas, pueden adoptar una posición de cuanto más mejor. «Lo más peligroso que podemos hacerles a los jóvenes hoy en día es negarles el acceso al mundo digital», dijo el Dr. Shifrin, «pero lo segundo más peligroso es darles acceso ilimitado».
 
Completamente de acuerdo. Es cierto que en su uso, las TICs deben ser controladas, supervisadas y utilizadas con equilibrio, procurando el aprendizaje activo por parte del alumno. Nada más. No necesitamos  propuestas amish en educación.
 

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