sábado, 30 de mayo de 2015

La Sra. L´Ecuyer y los amish


¿Quién es la Sra. L´Ecuyer?

La Sra. L´Ecuyer se presenta así en La Vanguardia del 11 de noviembre de 2013:

«Tengo 38 años. Soy abogada. Nací en Quebec (Canadá) y vivo en Barcelona, aquí me enamoré y me casé. Tenemos 4 hijos (de 3 a 7 años). Me dedico a la consultoría de empresas. Deberíamos volver a educar y dejar de inculcar. Soy católica practicante, me convertí con 16 años».

Curiosa presentación. No diré más.

Faltan un par de datos relevantes para perfilar al personaje.  En septiembre 2014, la revista suiza Frontiers in Human Neuroscience publica su artículo, The Wonder Approach to Learning, en el que aparece  su propuesta de 'Educar en el asombro'.  [Por cierto, usted también puede publicar en  Frontiers in Human Neuroscience si su artículo cumple unos determinados criterios].  La Sra. L´Ecuyer colabora actualmente con el grupo de investigación de la Universidad de Navarra, que la define con una gran exactitud  y precisión como “Conferenciante y autora”.


Obra publicada
►Cómo conseguir una empleada del hogar comprometida sin morir en el intento. Catherine L´Ecuyer
. Eiunsa, Madrid, 2010.
►Educar en el asombro. Catherine L´Ecuyer. Plataforma, Barcelona, 2013.
►Educar en la realidad. Catherine L´Ecuyer. Plataforma, Barcelona, 2015.



Estas son las propuestas de la Sra. L´Ecuyer. La Consellería de Educación (CAFI) la ha traído como conferenciante estrella a las V Xornadas  de Formación dos Xefes e Xefas de Departamento de Orientación. ¿Hace suyas estas propuestas?
 
¿Estamos perdiendo el Norte?
 

La Sra. L´Ecuyer y los amish.

¿Quién es la Sra. L´Ecuyer? (2ª parte)
 
La Sra. Catherine L´Ecuyer es una divulgadora de moda. Los temas de sus divulgaciones son fundamentalmente dos: uno relacionado con la educación  y el otro con la mejora del rendimiento de las empleadas de hogar, según cuenta en su más que meritorio libro 
No dejo de admirar ese maravilloso delantal de la portada. Causa mi asombro.
 
Se trata, pues, de una autora-conferenciante que pasea su vertiente educativa sobre todo por FUNDACIONES, centros educativos religiosos y colegios en la órbita del Opus Dei. No es difícil seguir su ruta en la red:
La Farga                                                            Colegio Peñalba 
Colegio Ayalde                                                 Colegio Newman
Col-legi Abat Oliba                                          Colegio Guadalaviar
Colegio de las Esclavas                                    Colegio CEU Jesús María
 
Voy a centrarme en el primero de los temas de los que se ocupa, no por orden de importancia en la obra de la autora (seguramente será más interesante para un determinado segmento de la población el que trata de la mejora del compromiso de las empleadas de hogar), sino porque somos educadores y la Sra. L´Ecuyer habla sobre educación. Y ello a pesar de que, en mi opinión, lo que ella califica como sus “propuestas educativas” se caracterizan esencialmente por el vacío: un batiburrillo de misticismo, lugares comunes, distorsiones, tópicos y confesionalidad (apenas encubierta) que recuerda la filosofía de los amish (con perdón de los amish).  
En realidad, lo que convierte  a la Sra. L´Ecuyer en sujeto de análisis es su desembarco en  nuestra administración educativa. Eso es lo que resulta perturbador.
 

La Sra. L´Ecuyer y los amish

El asombro

El libro de la Sra. L´Ecuyer “Educar en el asombro” en el que predica su visión sobre los problemas de la educación actual es el producto típico de una profana, con una serie de  intereses detrás que se encargan de promocionarla como  mensajera de unas ideas que, al parecer, nuestra administración educativa hace suyas.  
 
Se entiende que es profana porque carece de formación y de experiencia en la materia. Aún llamándose o llamándola investigadora educativa, apenas consigue disimular  la endeblez de sus  opiniones, la total ausencia de evidencia experimental ni la ideologización  de sus propuestas. Es simplemente una opinadora profesional.
 
 
A la vista de tales hallazgos inconmensurables, caben dos posibilidades: o bien la Sra. L´Ecuyer desconoce completamente el más leve indicio de investigación sobre los procesos de enseñanza-aprendizaje o bien alguien debería comunicarle con urgencia que ya se han inventado la imprenta, la brújula, el pos-it, el velcro y la aspirina…por si estuviera proyectando inventarlos para el bien de toda la humanidad.
 
La batalla que ha emprendido, que ella agrupa bajo el epígrafe de “educar en el asombro”, la libra contra la estimulación cognitiva,  las nuevas tecnologías, contra los deberes, la escolarización a los tres años, la innovación, el esfuerzo, contra lo que ella entiende por conductismo (¿?)…

Tanta lucha cruenta esconde que lo que en realidad aquí se combate es la razón. No ciertamente, a tenor de lo que veremos,  esa razón que tiene en su horizonte a Dios, sino la otra, la razón de la filosofía y de la Ilustración, la razón de nuestras escuelas, esa que no parece ser del gusto de la Sra. L´Ecuyer. 
 
«Matar la imaginación, el asombro y la creatividad de un niño para inculcarle cuanto antes y contra su naturaleza una actitud razonable es típico de una sociedad fría, cínica y calculadora». (Camino Católico, 12 deenero de 2013).

En el fondo, la Sra. L´Ecuyer se comporta como una iluminada. Un iluminado es aquel que no posee ciencia, pero hace gala de una sabiduría que le viene de cualquier  ente o poder más allá de lo humano. Un iluminado es un inspirado. Y la Sra. L´Ecuyer responde a este perfil cuando en treinta palabras consigue dar no sólo con la causa de que los niños no se esfuercen por aprender, sino  también con la solución: recuperar el asombro  en el proceso educativo (sic).  Ese es su leitmotiv.

Pero este asombro no es el que describe Platón en La República, el asombro del hombre ante la luz cuando sale de la caverna ni ese asombro de Aristóteles que hace nacer la sabiduría ni  tampoco el asombro de Heidegger, un asombro que sostiene y domina el pensamiento.  Ella se siente más próxima a Tomás de Aquino. Habría que matizarle que aunque Tomás de Aquino habla de la sed de conocimiento, el concepto de asombro pertenece a la filosofía griega; una vez más, el de Aquino no es otra cosa que un exégeta cristianizador de la obra de Aristóteles. Esta sed de conocimiento en Tomás de Aquino, que tanto fascina a la Sra.  L´Ecuyer,  empieza y termina en Dios. Cabe preguntarse si en esto consiste su propuesta educativa, en que nuestros alumnos se asombren ante el mundo real, ese mundo creado por Dios, para conocer así la verdad de las respuestas divinas.
Ese asombro que tanto halaga la Sra.   L´Ecuyer no es el de los griegos, el de la razón, sino el de los escolásticos y sus herederos: «Sin el asombro, el hombre caería en la repetitividad y, poco a poco, sería incapaz de vivir una existencia verdaderamente personal». Juan Pablo II.

¿No resultan inquietantes estos principios utilizados por la administración educativa como  elementos destacados en la formación de los profesores?


Pero, ¿ante qué deben asombrarse nuestros alumnos? Para la Sra. L´Ecuyer, el objeto de su asombro tiene que estar prefijado, porque el asombro solamente debe suscitarse por causas bien tasadas. De no ser así,  según ella, corremos el riesgo de que nuestros alumnos se “enamoren de la irrelevancia” (ABC. 15 de abril de 2015). Este enamoramiento de la irrelevancia es una pretenciosa etiqueta para referirse a la exposición a un exceso de información supuestamente “irrelevante” que generaría un déficit de pensamiento y convertiría a nuestros alumnos en candidatos a la manipulación ideológica.
Consecuentemente la pregunta clave es ¿quién decide lo que es o no irrelevante? ¿Los censores, la iglesia, un comité de sabios, el poder económico... ?



Es evidente que la Sra.  L´Ecuyer no es partidaria de la exposición de los individuos a la información (es decir, a aquella información que sea adecuada a su nivel de maduración, en el caso de nuestros alumnos). Lo curioso es que no  mencione ni una sola palabra sobre  las cuestiones claves referidas a la información. Cuando lo determinante no es la cantidad de información a la que están expuestos los alumnos, lo determinante reside en la enseñanza de estrategias de selección, interpretación y elaboración de esa información. Sin embargo, la Sra. L´Ecuyer corta por lo sano y cercena la exposición a la información, defendiendo  una información controlada, dosificada y censurada. Habría que decirle que uno de los puntos neurálgicos de la educación actual ha de ser enseñar a  gestionar eficazmente la información, pero para gestionarla hay que recibirla.

 

Cuanto más información posean nuestros alumnos, serán más libres, poseerán más sentido crítico y lograrán una mayor capacidad de pensamiento. ¿No debe ser ésta una meta fundamental  en nuestras aulas?
 

La Sra. L´Ecuyer y los amish


Ahora que ya hemos descrito algunas de las variables del “asombro” de la Sra. L´Ecuyer, vamos a revisar algunas de sus propuestas.

PROPUESTA 1ª: NO A LA ESTIMULACIÓN DE LOS ALUMNOS
Sorprendentemente para cualquier educador que tenga capacidad de pensar por sí mismo, la Sra. L´Ecuyer niega que la estimulación sea la  base para una mejora de la capacidad de aprender. Según ella, por ejemplo, Daniel Siegel (al que cita como un mantra) afirma que no hay necesidad de bombardear a niños, ni a nadie, con estímulos en nombre de la esperanza de construir mejores cerebros, distorsión más que flagrante de las tesis de este autor, basta echar una ojeada al libro que escribió con  Tina Payne Bryson, El cerebro del niño. 12 estrategias revolucionarias para cultivar la mente en desarrollo de su hijo (Editorial Alba. Barcelona, 2012).
 
El principio de la bondad de la estimulación cognitiva – principio esencial a la práctica educativa–  lo adjetiva con la etiqueta despectiva de  neuromito.  Como entiendo que la mejor manera de poner remedio a la ignorancia es con formación,  recomiendo una revisión de los siguientes estudios:
►Sobre plasticidad neuronal (Hubel y Wiesel, 1963; Fellows y otros, 1986, Avendaño (1998).
► Elbert et al. (1995).
► (Leggio y cols., 2005; Mandolesi y cols., 2008; Sampedro-Piquero y cols., 2013). El Enriquecimiento ambiental (estimulación) implica  la posibilidad de aumentar la interacción social, la estimulación cognitiva y sensorial y la capacidad de resolución de problemas. En respuesta a esta estimulación el cerebro experimenta gran cantidad de cambios, tanto en su estructura como funcionamiento, con el objetivo de enfrentarse mejor a las demandas ambientales.
►Estimulación de las capacidades infantiles: (Bronfenbrenner , 1979; Sameroff y Chandler, 1975; Feuerstein, 1980; Guralnick, 2001).
► (Rosenzweig et al., 1972). Cuyos resultados confirman que la riqueza estimular del ambiente modifica la anatomía del sistema nervioso central.

Precisamente, los resultados de los trabajos de Rosenzweig a partir de los años 60, causaron un gran impacto en USA, impulsando las primeras experiencias del Proyecto Head Stars, dirigido a la población marginal de las grandes ciudades y consistente, entre otras cosas, en programas de estimulación temprana para los niños.

Pareciera que la Sra. L´Ecuyer quiere resucitar la caduca polémica herencia-ambiente referida a la inteligencia. Curiosamente, los detractores de estos programas de estimulación son militantes del lado de los genetistas (Jensen,1969). Son ellos los que sostienen de forma radical que la inteligencia viene determinada genéticamente, y, por lo tanto, cualquier programa de estimulación es inútil, ineficaz y sólo supone un coste desmesurado para las arcas del Estado. De hecho, los genetistas surgieron con fuerza a raíz precisamente de la financiación del  Proyecto Head Stars. La estrategia es sencilla: si se ponen en cuestión los fundamentos teóricos de estos programas que defienden la mejora cognitiva a partir de la estimulación, se está dinamitando la validez de estos proyectos. La consecuencia inmediata es su supresión: el ahorro de costes está servido y justificado.




Otra cosa desde luego es la sobreestimulación. Mucho antes de que la Sra. L´Ecuyer nos lo contara, ya sabíamos que la sobreestimulación es perjudicial para el óptimo desarrollo del niño. Milagros Gallo,  en la Universidad de Granada, coordinó un estudio sobre los efectos negativos que puede tener la sobreestimulación temprana para el aprendizaje y concluyó que "El entrenamiento, antes de que el sistema esté preparado, puede producir deficiencias permanentes en la capacidad de aprendizaje a lo largo de la vida". 

Pero que la sobreestimulación es algo negativo no es nada nuevo. Lo averiguamos con los estudios de Rosenzweig en los años setenta (Rosenzweig et al., 1972). La sobreestimulación no es positiva, sus efectos sobre el sistema nervioso son muy semejantes a los que causaría una situación de estrés. Toda sobreestimulación puede ocasionar un déficit en otras habilidades, en el padecimiento de estrés o en el desarrollo emocional. Lo sabemos, pues, desde hace más de cuarenta años. 

No parece haber aportación alguna en este tema por parte de la Sra. L´Ecuyer.  Y, sin embargo, insiste en la cuestión de la negatividad de la estimulación cognitiva de los niños. Para ello hace una trasposición entre estimulación cognitiva y sobreestimulación, pasando la carga negativa de la una a la otra.

Como educadores hay PRINCIPIOS QUE NO DEBEN SER NEGOCIABLES NUNCA. Uno de ellos es el de la modificabilidad cognitiva de nuestros alumnos, a partir de la enseñanza, la mediación y la interacción. La estimulación ambiental adecuada es necesaria para la configuración definitiva de la estructura del sistema nervioso y produce:


 (Adaptado de García Sánchez, 2010) 
 
De nuevo, surgen las preguntas:
 
 ¿Está la Sra. L´Ecuyer sembrando entre los educadores la idea perniciosa de que la estimulación para la mejora cognitiva es ineficaz con el fin de justificar su supresión? A menos programas, menos profesores son necesarios en nuestras aulas…
¿Pretende  la supresión de los programas de estimulación en nuestros  centros educativos y su sustitución por amor, afecto y contemplación del universo mundo? Sin lugar a dudas que estas actividades alternativas a los programas de estimulación exigen menos capacitación técnica y son desde luego mucho más económicas. Confío en que nuestra administración educativa, a pesar de haberla traído como conferenciante estrella, no haga suyas sus propuestas. ¿O si?
 
 
 
 
 

 

La Sra. L´Ecuyer y los amish

PROPUESTA 2ª: NO A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS I

Otra de sus bestias negras son las nuevas tecnologías. La mayor parte de las veces, fundamenta su rechazo en un cuerpo de doctrina sui generis y en otras ocasiones “versionando” ciertos  trabajos de investigación realizados sobre la cuestión.
La Sra. L´Ecuyer se posiciona contraria a la utilización de las TICs  en los procesos de enseñanza-aprendizaje, realizando impactantes propuestas de Perogrullo. Léase: «El criterio que propongo para el uso de la tecnología en los parvularios y en el primer ciclo de primaria, es que la pantalla sea un apoyo, pero que no se convierta en intermediario entre el niño y la realidad.
 
Una perla que no me resisto a transcribir es ésta: «Dado que gran parte de los profesores, en razón de su edad, tienen un dominio limitado de la informática, no se entiende bien cómo van hacer uso de ella, en particular ante niños y jóvenes que les llevan mucha ventaja. No creo que eso vaya a ser muy beneficioso para su prestigio y autoridad. Por estos y otros muchos motivos, creo que convendría frenar la transformación que se está viviendo en nuestras escuelas. Si no sucede tal cosa, convendría crear algunas aulas libres de ‘contaminación’ electrónica».


En cualquier caso, el estribillo es que hay que frenar la transformación en nuestras escuelas, a cualquier precio y permanecer anclados y bien anclados en la pizarra (no la digital, sino la otra) o como mucho crear aulas amish libres de cualquier innovación y adelanto tecnológico.  En el fondo, la  idea que tiene la  Sra. L´Ecuyer sobre el uso de las TICs  en el aula se hace patente cuando dice: «Personalmente no creo que las pizarras digitales hagan daño en los niños mayores, si se usan de la forma en que se usaría una pizarra tradicional, con un ritmo que se armoniza al orden interior del alumno».(ABC. 15 de abril de 2015).



No me resisto a detenerme, aunque sea brevemente, en el enigmático concepto de “ritmo que se armoniza al orden interior del alumno”:

La noción de "orden interior" no es estrictamente educativa, sino que pertenece al ámbito de la filosofía existencial  de orientación judeocristiana. Puede rastrearse hasta Eric Voegelin, filósofo, historiador y politólogo alemán, cuya tesis central es que la filosofía comienza con la experiencia divina.  Le conozco  – aunque no en profundidad– por sus análisis del pensamiento  platónico, preñados de una concepción religiosa judeocristiana que yo no he conseguido encontrar en Platón.  Voegelin en su obra "In search of  Order" declara que  para lograr un orden interior en el hombre se requiere la dirección hacia un fin que es la divinidad trascendente.

Aunque seguramente me equivoco en situar a Voeglin como fuente de la Sra. L´Ecuyer. A tenor de lo visto, es mucho más probable que esta apelación al orden interior de nuestros alumnos esté inspirada en las aportaciones al tema realizadas por el gran gurú Gerardo Motoa. ¿Y lo del ritmo? Lo del ritmo, en cambio, está mucho más claro:

 
Para darle colorido mediático a su oposición a las TICs en las aulas, la Sra. L´Ecuyer entona el estribillo machacón de que los ejecutivos de Silicon Valley mandan a sus hijos a un colegio de élite, la Waldorf School de Palo Alto, que alardea de no usar tecnología en sus aulas. En principio, esto no significa mucho. Estamos al corriente de que a los habitantes (algunos habitantes) de Silicon Valley les encanta pregonar sus excentricidades.  ¿Saben ustedes que el 76% de los estudiantes de la Waldorf no están vacunados porque, según sus padres, las inmunizaciones provocan autismo? ¿Va usted a dejar sin vacunar a sus hijos porque los snobs de Silicon Valley no lo hacen?

Lo cierto es que los creadores de Google, Apple, Yahoo, Ebay, Hewlett-Packard y otras empresas tecnológicas limitan y controlan el acceso de sus vástagos a las TICs, del mismo modo razonable y sensato que un pastelero no da acceso ilimitado a su hijos a los dulces ni un charcutero al chopped. Muchos de los moradores de Silicon Valley envían a la sus hijos a la Waldorf School de Palo Alto que, como todas las escuelas Waldorf,  hace un uso equilibrado de las TICs,  criticando severa y acertadamente su abuso.  Eso es todo. No hay más, excepto exageración interesada y epatante. 
 
Reproduzco a continuación un extracto del ideario de la Waldorf Schoolde Palo Alto respecto al empleo de las TICs en sus aulas: «En el plan de estudios de la escuela secundaria, Waldorf abraza la tecnología como una forma de mejorar el proceso de aprendizaje, mediante su uso como herramienta, en lugar de reemplazar el papel del profesor. Los estudiantes dominan rápidamente la tecnología, y muchos graduados en Waldorf han tenido una carrera exitosa en la industria informática»

 

La Sra. L´Ecuyer y los amish

PROPUESTA 2ª: NO A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS II

El empleo de las TICs en el aula es un asunto lo suficientemente interesante y controvertido como para dedicarle un análisis pormenorizado y honesto.

Cuestiones previas en la relación entre los alumnos y las TICs .

1º. Debido a la reciente introducción de este tipo de tecnologías, aún no hay suficiente evidencia científica para concluir sobre las consecuencias de su utilización en la infancia y en la adolescencia. Para llevar a cabo estudios experimentales rigurosos y, sobre todo, considerar sus resultados como fiables, es preciso analizar sus efectos durante un período significativo, lo que no puede ocurrir por el momento debido a lo reciente de su difusión.

Hay «poca investigación realizada sobre el impacto de una tecnología como esta en niños», dice Dimitri Christakis, epidemiólogo de la Escuela de Medicina de la Universidad de Washington y Director del  Center for Child Health, Behavior and Development, en el Hospital de Niños de Seattle. Dimitri Christakis es el autor mantra que menciona la Sra. L´Ecuyer, como su supuesto fundamento científico para demonizar la utilización de las TICs en las aulas y en la vida extraescolar de nuestros alumnos. Es cierto que hace años Christakis llevó a cabo estudios interesantes alertando de las consecuencias nocivas que tiene la exposición prolongada a la televisión para el desarrollo de los niños y jóvenes, pero no es menos cierto que, respecto a las TICs su posición ha cambiado sustancialmente desde el 2011.

 
2º. A medida que se van recopilando estudios sobre el tema, la comunidad científica aparece dividida sobre cómo el uso de las TICs afecta a los niños y adolescentes. Es decir, por mucho que la Sra. L´Ecuyer lo pretenda no se debe rechazar el uso de las TICs en nombre de unas supuestas conclusiones científicas que como tales no existen. Cuando menos, hay que reconocer la controversia que existe sobre este tema. De lo contrario, lo que se está haciendo es manipular a la audiencia.

3º. La única variable en la que coinciden todos los investigadores es en el peligro que conlleva el abuso y la exposición ilimitada a las TICs. Todos los abusos son nocivos: las proteínas son necesarias para el desarrollo, pero su exceso causa graves efectos secundarios en el organismo. La variable del abuso es obvia, cualquier abuso compulsivo resulta perjudicial para el individuo, incluso el de la lectura de novelas de caballería lo fue para don Alonso Quijano.

4º. Los problemas de la educación española no se van a solucionar con el empleo de las TICs.  Mientras no se lleve a cabo un replanteamiento, en primer lugar, de los nefastos curricula que nos vampirizan y después de la formación de los profesores, estaremos abocados a los malos resultados PISA, la punta del iceberg de nuestra demostrada mediocridad.



En una y otra reforma –y ya van unas cuantas– sorprende la ignorancia compulsiva de los planificadores, sólo entendible en un país cuyos legisladores y políticos rozan la idiocia.  El gobierno de Zapatero supuso (vaya usted a saber en qué evidencias científicas se sustentaba tal suposición) que si invertía en ordenadores para los alumnos, despegaríamos en los resultados de PISA. Así, en el trienio 2009-2012 se realizó un considerable esfuerzo presupuestario en equipamientos informáticos para los centros. Si ese era el objetivo, todo fue inútil: los resultados PISA han continuado siendo demoledores.  Cabe preguntarse si son  responsables las TICs de que el desaguisado continúe. Evidentemente, la respuesta es no. Demonizar las TICs es únicamente un síntoma más del desastre de nuestro sistema educativo: pendular, superficial, memorístico, mediocre y decimonónico.



No lo cree así la Sra. L´Ecuyer quien predica que los malos resultados de los alumnos españoles en PISA se deben a que los padres de ahora saturan a sus hijos desde que son bebés con aplicaciones para tabletas, idiomas y todo tipo de actividades que les apartan del juego, la naturaleza y el silencio (sic.) Todo ello les causa una «sobrestimulación» que atrofia su capacidad de interesarse por el mundo y les predispone a la apatía y al fracaso escolar. La afirmación es tan sui generis que obliga al periodista a una repregunta: ¿Es la sobrestimulación por un aprendizaje demasiado temprano y por la saturación de deberes y extraescolares la causa de los malos resultados obtenidos por España en Pisa? Repregunta que lleva a la entrevistada a plegar las velas (un poco, no nos hagamos demasiadas ilusiones) y matizar: No puedo asegurar que sea el único factor, pero es uno importante.(EL MUNDO. 12 de noviembre de 2014).

 
Es cierto que las TICs deben ser utilizadas con sentido, siempre  en el marco de la programación de aula, en actividades estimuladoras (sí, estimuladoras), es decir, suscitadoras y catalizadoras del aprendizaje de los alumnos. Merece críticas y recibe críticas su utilización en la educación, pero evidentemente no todas las críticas tienen la misma pertinencia: no es lo mismo criticar a la democracia desde su acuciante necesidad de profundización y de participación de la sociedad civil que hacerlo desde la óptica de planteamientos autoritarios, abogando por la restricción de los derechos de los ciudadanos. Ambas son críticas, pero no tiene el mismo principio ni el mismo objetivo.
 
Las TICs son, y lo serán cada vez con más fuerza, un elemento fundamental de los procesos de enseñanza- aprendizaje. Comparto la opinión de Van Damme (director de Innovación e Indicadores de Progreso de la OCDE): es inútil ponerle puertas al campo y resistirse a un cambio que ya se ha producido. El uso de la tecnología trae consigo más ventajas que inconvenientes. «Su uso de forma inteligente, es decir, en el que se aprovechen de forma eficaz sus posibilidades, es el requisito indispensable», quien dice esto es, director del Instituto Nacional de Tecnologías Educativas y de Formación del Profesorado. Los educadores tenemos que maximizar las ventajas y minimizar los inconvenientes, pero no haciendo propuestas amish para regresar al Catón.


 

La Sra. L´Ecuyer y los amish

PROPUESTA 2ª: NO A LAS NUEVAS TECNOLOGÍAS III

Una vez dicho esto, vamos a intentar equilibrar un poco la balanza en la cuestión de las TICS.

No todas las investigaciones sobre las TICs y su influencia en sus usuarios llegan a conclusiones negativas. Son muchos los estudios que se publican a diario que defienden una utilización inteligente, planificada y responsable. Voy a referir algunos de estos estudios, precisamente aquellos en los que participa Dimitri Christakis, para demostrar que a pesar de las afirmaciones de la Sra. L´Ecuyer, este investigador no rechaza el buen uso de las TICs y no concluye como dice ella que concluye. Veamos:
 
Christakis afirma que ha tenido dudas sobre un conjunto de directrices que escribió en 2011, desalentando el uso de nuevas tecnologías por los bebés y niños pequeños. El investigador asevera que, en realidad, los niños menores de dos años pueden beneficiarse de 30 a 60 minutos de juego diario con el iPad, siempre y cuando este juego sea interactivo y no pasivo. «Creo que el uso prudente de los medios interactivos es aceptable para los niños menores de la edad de dos años». Interactive Media Use at Younger Than the Age of 2 Years JAMA Pediatr. 2014;168 (5):399-400.

 
 
Christakis matiza que los iPads están en el mercado desde hace relativamente poco tiempo, lo que significa que los estudios relacionados con este fenómeno necesitan más tiempo para llegar a conclusiones definitivas. También comenta que los juegos educativos pueden tener un verdadero valor si logran capturar la atención del niño para hacerlo interactuar con el dispositivo, pero también advierte que si todo lo que hace es ver videos, entonces las habilidades que pueden desarrollar son prácticamente nulas y sólo estarían perdiendo el tiempo.
 
Sin embargo, sobre esta misma cuestión la Sra. L´Ecuyer pontifica: «En la etapa infantil no se justifica su uso porque la literatura científica dice que existe un déficit en el aprendizaje realizado a través de la pantalla con respecto a una demostración en directo (el llamado “Video Deficit Effect” ABC. 15 de abril de 2015). Tamaño descubrimiento por su parte, suscita inmediatamente las preguntas: ¿a qué literatura científica se refiere?, ¿en qué parte de su libro la cita? , ¿dónde está la discusión?, y, sobre todo, ¿dónde sitúa a su autor mantra, Christakis, ante esta contradicción flagrante?
 
Podemos, pues, concluir con Christakis que, en principio y por las evidencias de su estudio, los iPads son relevantes y estimulan el aprendizaje de los niños muy pequeños si lo que se prima es la interacción y no la pasividad del crío frente al dispositivo. Parece que Christakis ha evolucionado hasta engrosar las huestes de aquellos expertos que piensan que las TICs representan beneficios educacionales únicos.

 
 
Hay que preguntarse si la Sra. L´Ecuyer conoce estas conclusiones de uno de sus autores fetiche, ya que echan por tierra su demonización de las TICs. Si no los conoce resulta imperdonable en alguien que se autocalifica de investigadora. Si los conoce y no conferencia sobre ellos (de igual modo que lo hace sobre los estudios anteriores de Christakis acerca de los efectos nocivos de la televisión en los niños), su exposición selectiva suena indefectiblemente a manipulación.
 
Otros de los estudios de Christakis  revela la utilidad de las redes sociales para identificar conductas de riesgo en los adolescentes y jóvenes (abuso de sustancias, conductas sexuales y violentas). Entre  las conclusiones de este estudio figura que un porcentaje significativo de los jóvenes en riesgo, después de mensajes recomendando control a su cuenta en MySpace, retiraron las referencias al sexo y abuso de sustancias y aumentaron los controles de seguridad de su perfil. «Realmente te da la oportunidad de llegar a millones de adolescentes en riesgo potencial e intentar modificar sus conductas o al menos prevenirlos de que sean reveladas a todo el mundo», resuelve Christakis. Display of Health Risk Behaviors on MySpace by Adolescents: Prevalence and Associations Megan A. Moreno; Malcolm R. Parks; Frederick J. Zimmerman; Tara E. Brito; Dimitri A. Christakis. Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine; Jan. 5, 2009.
 
«Fue una manera creativa y singular de llegar a los adolescente», apuntó Kimberly Mitchell refiriéndose a este estudio de Christakis et al.. Mitchell, autora de un editorial en la misma edición de Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine, aconsejó a los padres no intentar prohibir por completo a sus hijos el uso de las redes sociales. «No es algo que vaya a desaparecer y no son del todo malas». Social Networking Sites: Finding a Balance Between Their Risks and Benefits. Kimberly J. Mitchell; Michele Ybarra. Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine; Jan. 5, 2009.

 
 
En general, parece claro que la Sra. L´Ecuyer no entiende bien a los autores que re-utiliza. O tal vez sí, tal vez lo que intenta hacer es construir un castillo con naipes marcados haciendo decir a los investigadores lo que no dicen para que encajen las piezas de su rudimentario puzle. Lo asombroso es que desde una institución pública se le compre este tipo de mercancía y se ofrezca como modelo a los educadores.
 
Por lo tanto, las conclusiones sobre la utilización de las TICs en educación deben ser prudentes. Por una parte, suponemos que la exposición prolongada de los niños a pantallas, tabletas, consolas, smartphones y otros dispositivos no es recomendable. Marjorie Hogan, y Victor Strasburguer sostienen que «el uso excesivo de los medios se relaciona con obesidad, mal rendimiento escolar, agresividad y falta de sueño». Esto parece muy sensato. Sin embargo, no debe implicar bajo ningún concepto que se extirpen las TICs de nuestras aulas.
 
Jill Buban, decano de la Facultad de Educación de la Universidad en Waterbury, en Connecticut, dice que los niños cuanto más absorban y más entiendan la tecnología antes de que comiencen la escuela, más cómodos se sentirán cuando entran en el aula por primera vez.
 
 A Donald L. Shifrin, portavoz de la American Academy of Pediatrics, le preocupa que si los padres creen que las aplicaciones para dispositivos móviles son educativas, pueden adoptar una posición de cuanto más mejor. «Lo más peligroso que podemos hacerles a los jóvenes hoy en día es negarles el acceso al mundo digital», dijo el Dr. Shifrin, «pero lo segundo más peligroso es darles acceso ilimitado».
 
Completamente de acuerdo. Es cierto que en su uso, las TICs deben ser controladas, supervisadas y utilizadas con equilibrio, procurando el aprendizaje activo por parte del alumno. Nada más. No necesitamos  propuestas amish en educación.
 

La Sra. L´Ecuyer y los amish

PROPUESTA 3ª: NO A LA ESCOLARIZACIÓN A LOS 3 AÑOS

Tampoco la Sra. L´Ecuyer está de acuerdo con la escolarización de los niños a los tres años, porque es muy pronta (sic.). Lo importante para ella es el establecimiento del vínculo con el cuidador y no la socialización ni el aprendizaje ni el contacto con una nueva realidad ni por supuesto la estimulación…
 
Lo cual implica queridas madres, entre las que me cuento, que si escolarizamos a nuestros hijos a los tres años (no digamos si los llevamos a guardería) los estamos mermando porque nuestro vínculo no se establecerá de forma adecuada. La escolarización distrae de lo verdaderamente importante (EL MUNDO, 12 de noviembre de 2014). Queda por determinar qué es para ella lo “verdaderamente” importante.
 
Pero hay más, según la percepción del mundo que ella nos muestra, la conciliación siempre se ha planteado como un derecho de la mujer (¿?) Las bajas por maternidad deben ser más largas.
 
Respondo: y las bajas de paternidad también deben ser más largas. El derecho de conciliación es el de la vida laboral con la vida familiar, no con la vida de las mujeres. Es increíble que a estas alturas sea necesario recordar esto, pero lo que resulta aún más sorprendente es que sea al amparo de una institución pública donde se vierten este tipo de contenidos.


La Sra. L´Ecuyer y los amish

PROPUESTA 4ª:
 
LOS PADRES SON LOS QUE DEBEN MANDAR
 EN LOS CENTROS EDUCATIVOS

Uno de los puntos más picantes de las propuestas de la Sra. L´Ecuyer reside en su idea de que en un centro educativo, los primeros que deberían mandar son los padres, en segundo lugar los educadores y en tercer lugar los niños.
 
Me hubiera gustado asistir a las V Xornadas de Formación dos Xefes e Xefas de Departamento de Orientación, convocadas por la Consellería de Educación, en el preciso momento en que esta Sra. exponía su feliz idea a los presentes.
 
¿No lo dijo?
 
Qué curioso que no considerara una reunión de profesores-orientadores el lugar idóneo para discutir su magnífica propuesta de centros gobernados y gestionados por padres. Sugiero al CAFI y a la Consellería de Educación que vuelvan a invitarla como conferenciante estrella a la próxima jornada de formación, sólo que esta vez, además de los orientadores, sean los equipos directivos de colegios de primaria y secundaria los oyentes de su iniciativa (pero que la diga, sino no vale).
 
De todos modos y para ir adelantando trabajo, propongo a los centros educativos que se debata esta moción en los próximos claustros, como tarea para la mejora de las prácticas docentes. Y ruego encarecidamente que me envíen las conclusiones.  (No se aceptan las sarcásticas ni las malsonantes, si queda alguna, una vez eliminadas las anteriores, las publicaré con sumo gusto).
 
Estos serían algunos de los padres que mandarían en los centros educativos:
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 

La Sra. L´Ecuyer y los amish

PROPUESTA 5ª: NO A LOS DEBERES

Tampoco la Sra. L´Ecuyer está conforme con los deberes. Le parece terrible que en los centros educativos se ocupe el horario lectivo con el visionado de películas comerciales para a continuación sobrecargar a los infantes de deberes, porque no les ha dado tiempo de trabajar al estar viendo la "peliculita". (ABC 15 de abril de 2015).
 
No dejo de preguntarme cuál fue la reacción de su auditorio de orientadores al escuchar que en sus centros se malgasta el tiempo viendo películas comerciales, en lugar de adelantar el trabajo para casa.

  ¿No lo dijo?

Vaya, se calló una de sus más grandísimas aportaciones. Me parece injusto. Y eso que no asistí. Si hubiera estado allí, me hubiera resultado insoportablemente doloroso que me hubiera hurtado el momento de escucharle decir que en nuestros centros estamos mangándola, que ponemos a los niños a ver pelis y después les mandamos el trabajo para casa. ¿Piensa lo mismo el CAFI o debemos entender que el CAFI no se hace responsable de las opiniones vertidas por sus conferenciantes?
 

 
La cuestión de los deberes y su utilidad merece una honda reflexión, una revisión de la literatura científica y una puesta en común de las diferentes experiencias. Es cierto que los niños finlandeses dedican solamente un tiempo testimonial a los deberes y, en cambio, los coreanos deben pedir ayuda a profesionales externos al sistema educativo (academias) para poder llevarlos al día. Estos dos países representan dos modelos educativos con unos resultados PISA extraordinarios.


En España se siguen poniendo deberes, muchos deberes y, sin embargo, nuestros resultados no mejoran. Comparto la opinión de Enric Roca, profesor de Pedagogía de la Universidad Autónoma de Barcelona: el exceso de deberes es sólo un síntoma más de la enfermedad de nuestro sistema. Existe un exceso de contenidos y metodologías muy mal planteadas, todo ello heredero de unos principios que imponen que todos los alumnos de una misma edad han de aprender lo mismo y al mismo tiempo. Pero esta es otra historia.

 

Causa impacto escuchar a la Sra. L´Ecuyer que «los deberes no sirven para crear hábito», al ser este un principio en que, al margen del contenido y estructura de los deberes, la mayor parte de los expertos está de acuerdo. Es decir, podemos discutir qué son los deberes, qué se trabaja en ellos, cómo se trabaja y durante cuánto tiempo, pero lo que parece estar más allá de toda duda es que un niño que cada día no dedica un tiempo en casa a realizar tareas de aprendizaje es prácticamente imposible que adquiera un hábito consolidado de trabajo.